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1 de marzo de 2019

El Wichilitas

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(28/02/2019 13:35)

Willy L. Huarachi N.
Guardo en la retina la figura de aquel niño de cabellos claros y rebeldes, de labios delgados y pequeños ojitos, pero extremadamente vivaces, como si estuvieran atentos al mínimo movimiento de su entorno, siempre acompañado de sus inseparables los Vaqueritas, yo creía que eran primos, se sentaban en el "reparo" o defensivo de piedras ahí entre la "Universidad de los Barea" y la bocacalle que nos conducía a la sastrería de los Zeballos.

Con sus apenas doce años, ya era un capísimo de las artes escénicas, recordarán muchos que actuaba en la Cancha Ferro y el Cine Suipacha junto al Vaquerita, haciendo las delicias con lo que poco antes lo hacían Watapique y Caluga, siguieron los mismos guiones del gran Gerardo Pérez.

Una de sus facetas más destacadas sin duda es la de futbolista, siendo aún menor, ya jugaba en la categoría juvenil, muchos fuimos víctimas de sus endiabladas gambetas y despliegues por la banda izquierda cuando lucía la camiseta del querido Club Suipacha... Fue integrante de los Danubitos y de esa gran camada de excelentes futboleros con quienes escribió parte de la rica tradición del buen fútbol vistoso, alegre y de depurada técnica.

Años después nos volvimos a encontrar en Cochabamba, allí fue un gozar permanente de su talento en el canto junto a los paisanos Epicho, Chule y Héctor Durán que actuaban en círculos universitarios... Alguna vez nos reuníamos con los paisanos y fue entonces que supimos que actuaba en reconocidos locales junto a Mariachis o formando parte de tríos vocales...

Asistimos en muchas ocasiones para aplaudirle , también conformamos parte del equipo de fútbol "Seniors" con excelentes jugadores y amigos de Telamayu, era todo un espectáculo, un deleite verle jugar y recrearnos con sus infaltables cuentos y anécdotas, llevaba un bolso muy parecido a los de Rafa Nadal, en él cabía un muda completa de ropa elegante, toallas inmaculadas cepillos de dientes, perfume, pares de calzados, etc. Su agenda solo le permitía estar pocas horas en diferentes lugares, un auténtico depredador de los fines de semana.

Hasta que, finalmente, un día sonó el teléfono y me dijo: "Hermano estoy actuando en el Carretón" Sí, en el mismísimo barrio madrileño de Ascao, allí nos confundimos en un abrazo tupiceño, luego hizo gala de su buen hablar, de su sentido lógico y práctico, -"Chato hermano, mandate la parte con unas cervecitas"- y nos adherimos a una mesa de compatriotas con acento oriental... Cuando le pregunté: "Che, ¿qué es de tu esposa?" fue rápida su honesta respuesta: "Trabajando, sino de que vamos a vivir" causando la hilaridad de todos, entonces agarró el micrófono y a continuación no pararon los aplausos.

Luego volvimos a encontramos en Valencia un caluroso verano en casa del amigo y paisano Jorge Zeraín, se hizo esperar el Wichi hasta que apareció con su andar bamboleante de esas extremidades arqueadas como todo deportista, le metimos un asadito entre risas de nunca acabar...

Hoy en tierras del gran Grigotá continúa su infatigable quehacer artístico el querido Wichilas, también le dicen Gato por el color y vivacidad felina de sus ojos, otros le dicen Chino, Ch'usu y el Pataco su alero de años le llama cariñosamente: "Ojos de puñalada en cuero seco". Es de las personas más entrañables del pago, capaz de proezas insospechadas, cuentan por ahí que en el Boom del turismo quiso ser incluso Butch Cassidy, igual que su amigo Pataco, Sundance Kid... Como a toda leyenda, se le atribuyen buenas y no muy buenas anécdotas, pero lo que sí es seguro, es que se trata de un gran paisano que ama mucho al pago, como también es un enamorau sin remedio, es de un olfato que no se resiste ante el perfume de una mujer...

Hoy es su cumpleaños por decirlo así, aunque el nació un 29 de febrero, por tanto, solo cumple cada cuatro años, a eso quizá se deba su juventud ya prosaica y genética como la de su viejo, don Juanito.

Un abrazo Querido Willy, he querido recordarte este día con estas lineas por tu amistad de siempre... ¡Felicidades hermano!