No me favorece pues...

"Más de 4.000 mineros asalariados de Huanuni provocaron ayer zozobra en Sucre cuando recorrieron las calles de la ciudad e intentaron tomar el Tribunal Constitucional, exigiendo que la justicia no frene la nacionalización de ese distrito minero". (La Razón 27/04/2007)

Y vimos por las pantallas de nuestros televisores, cómo este grupo de mineros (algunos de ellos) arremetía contra las puertas del Tribunal Constitucional en Sucre. Surgen las preguntas ¿Si el dictamen de la justicia no satisface nuestros intereses, tenemos derecho a exigir el cambio de su fallo por la fuerza? ¿Acaso los decretos que el Gobierno emite no están respaldados por el suficiente estudio jurídico que asegura su legalidad? ¿El Tribunal Constitucional emite sus fallos respondiendo a intereses personales o de grupo, alejándose de lo legal? ¿Y si así fuera, es válido entonces, que tomemos la justicia en nuestras manos? ¿El elevar a rango de ley un decreto cuestionado de inconstitucional lo hace legal per sé?

Muchas preguntas (y hay más todavía) que dejan a la ciudadanía con la incognita de saber qué es legal y qué es ilegal, qué es lo justo y qué no lo es, si quienes juraron defender la constitución lo hacen realmente o sólo actúan en función a los intereses del momento. O será acaso, sólo otro de los temas que sirven de pretexto para llevarnos a los bolivianos a un enfrentamiento en que el uso de la fuerza y la presión dará la razón al más fuerte?.

¿Podemos confiar en nuestras instituciones y sus representantes? ¿Sólo cuando favorecen nuestros intereses?

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Publicado en El Semanal N° 26 de El QuinBolivia