Doña Amalia Arancibia de Rico, esposa de excombatiente y madre de 10 hijos, disfrutaba de ver a chicos y chicas, cómo se "ch'achaban" por las ventanas del Colegio Suipacha.
Algunos, chicos y chicas, se venían a "la k'jcha" y jugaban "paleta" con pesadas raquetas de madera. Mi madre les invitaba el delicioso refresco de "mokola", les regalaba algunos dulces y les reflexionaba diciendo NO hay que dejar de hacer travesuras, PERO también hay que responder bien en el Colegio.
Entonces "la ch'achada" era productiva y muchos "jóvenes" de ayer... están agradecidos con Doña Amalia.
Hoy, recuerdo cuando la escuchaba cantar metiendo las "latas" al horno de barro o cocinando en el fogón.
Yo me chachaba con mis cuatachos, Ricardo Colpari, Manía, Mario Silva y otros para jugar, con paleta de madera y pelotas remendadas de Dn. Jorge.
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