Ya somos diez millones

Un movimiento de gente nunca visto antes, fue lo que presenciamos el día viernes 20, en el cabildo realizado en la Ceja de El Alto, dónde bajo el lema "LA SEDE NO SE MUEVE" se congregaron más de dos millones de personas.

Para que es decir que no, hubo de todo; paceños y no paceños, vimos orureños, cochabambinos, potosinos, chuquisaqueños, también se vió cruceños que, ataviados con los típicos sombreros de sao y blandiendo banderas bolivianas y cruceñas, dijeron presente en este acontecimiento que, al final, resultó una fiesta que proclamaba al mundo la unidad de los bolivianos. ¿Y clases sociales? todas mezcladas.

Y se viene, para esta semana la "Marcha por la Capitalidad Plena" que se realizará en Sucre, evento que, según esperan sus organizadores, movilizará a unas ciento cincuenta mil personas, es que Sucre es una ciudad pequeña pues.

Pero lo que nos alegra sobremanera, es el repentino crecimiento demográfico de nuestro país, pues según Don Fidel Herrera, Pdte. del Concejo Municipal de Sucre, van a reunir ocho millones de corazones bolivianos. Si la suma nos sale bien, difícil que erremos, dos más ocho es igual a diez. ¡Diez millones de bolivianos, qué manera de crecer la población!

Insistimos, lo primero que debe mostrarse es qué ganará el país en su conjunto con el cambio de sede de los poderes, sólo entonces, si nos convencen, nuestro corazón estará apoyando este, hasta ahora, despropósito.

Pero si de despropósitos hablamos, debemos mencionar que escuchamos de boca de varios amigos, paceños y no paceños, que apoyan el cambio de sede porque así La Paz se librará de marchas, bloqueos y protestas -habituales para quienes transitan por sus calles- ya que con la administración del Estado trasladada a Sucre los problemas también se irían para allá.

¿Qué fácil no?

No pues... "para acabar con las pulgas no hay que matar al perro", y para que las marchas, bloqueos y protestas acaben hay que acabar con las injusticias sociales, con la falta de trabajo, con las exclusiones, etc. En suma hay que construir un mejor país, y esto no se logrará con el sólo hecho de cambiar la sede de los poderes del Estado.

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Publicado en El Semanal N° 38 de El QuinBolivia.